En los campos y bosques de los alrededores de Verona, el rocío de la mañana huele a deliciosas y dulces fresas silvestres. Hace siglos, estas simpáticas bayas conquistaron el corazón de Romeo y Julieta con su intenso olor y sabor. Más recientemente, también se han ganado el corazón de la familia Bongiorno.

Cuando el día aún es fresco, los habitantes de la región salen en busca de estos aromáticos frutos. Tras un control de calidad regular realizado por Vincenzo Bongiorno, los frutos recién recogidos van directamente a la destilería, donde se acompañan de alcohol y un toque de azúcar, y luego la mezcla se deja madurar durante mucho tiempo en bodegas oscuras y frescas.

Fragoline di bosco es un licor deliciosamente equilibrado, dulce sin exagerar, que respira la atmósfera de la región de Emilia Romanga.